Introduction
DOI:
https://doi.org/10.33734/diagnostico.v61i3.392Keywords:
IntroductionAbstract
En el último siglo el manejo y enfoque general de la hemorragia digestiva ha tenido enormes avances: inicialmente los pacientes eran considerados “ulcerosos crónicos” y los médicos recomendaban beber abundante leche para neutralizar el ácido gástrico, lo cual traía complicaciones como el síndrome “leche-álcal” (hipercalcemia, cálculos renales, alcalosis metabólica)(1).