Servicio
Nacional de Asistencia Pública.
Modelo para fortalecer el
primer nivel de atención en salud: Modelo
para fortalecer el primer nivel
de atención en salud
National
Public Assistance Service. A model for streghtening
the first health care level: A model for streghtening
the first health care level
Fausto
Garmendia-Lorena 1
https://orcid.org/0000-0002-6513-8743
Pedro
Mendoza-Arana2
https://orcid.org/0000-0002-2750-1804
DOI: https://doi.org/10.33734/diagnostico.v60i3.299
Resumen
El Servicio Nacional de Asistencia Pública se creó en el Perú en el año 1912 como Servicio
Nacional de Primeros Auxilios
con cuatro secciones. En 1945 se inauguró el Puesto Central como Servicio Médico Quirúrgico de Emergencias y Primeros Auxilios. En 1951, se incorpora a médicos especialistas y estudiantes del último año de Medicina, ambulancias para atención domiciliaria y apertura puestos periféricos en varios distritos
de Lima, El Callao y algunas capitales
de departamento. La atención
se efectuaba mediante equipos en turnos
continuos de 24 horas incluyendo
los domingos y feriados. En 1980 se desinstala el Servicio Nacional de Salud Pública y se migra a un modelo centralizado en el Hospital de Emergencias
José Casimiro Ulloa. El artículo
fundamenta la utilidad de recobrar el modelo del Sistema
Nacional de Asistencia Pública,
entendido como un componente funcional del Sistema
de Salud, que fortalecerá
el primer nivel de atención
en salud.
Palabras
clave (DeCS): Servicios médicos de urgencia; Medicina de Emergencias; Sistemas de Salud.
Abstract
The National Public
Health Sevice was created in Perú in 1912 as National
First Care Service with four sections. In the year 1945, its Central Care Post
was opened as a Emergency
Medical Surgical Service and First Aid. In 1951, especialized
doctors and medical students were incorporated, as well as ambulances for home
care. Peripheral posts were also open in many districts in Lima city, Callao
and other states. The health care was proveded by
care teams in 24 hours shifts, including Sundays. In 1980 the National Public
Health Service was uninstalled and it was migrated to a centralized model with
the headquarter at the José Casimiro Ulloa Emergency
Hospital. The article arguments for the utility of recovering the model of the
National Public Assistance System, understood as a functional component of the
National Health System, which will strengthen the first level of health care.
Keywords
(MeSH): Emergency medicine, delivery of health care,
health systems.
Introducción
El 25 de febrero de 1912 se crea en Lima, Perú, el Servicio de Asistencia Pública como Servicio Nacional de Primeros Auxilios, en la gestión del Dr. Lauro Ángel Curletti
Valdés, en ese entonces
Director de Salubridad Pública,
durante el gobierno de
Guillermo Billinghurst; contaba
con seis puestos de socorro
distribuidos en los seis cuarteles, en los que se dividía a la capital. Su sede Central estaba en la calle León de Andrade (actualmente jirón Moquegua), disponía de un consultorio
general, una sala de cirugía,
una sala de niños y un servicio de camillas para acudir a las llamadas en casos de accidentes.
Lauro A. Curletti, orientó a este
establecimiento a fomentar
la educación sanitaria, especialmente
de las madres y la atención
pediátrica, mediante conferencias y distribución de folletos. El primer director del Servicio
fue el Dr. Enrique León García; inicialmente
contaba con las secciones
para profilaxis de enfermedades
venéreas, tuberculosis, enfermedades
de niños y lucha contra el alcoholismo(1).
Es probable que esta iniciativa para mejorar la atención en salud a las personas que requerían una prestación de salud de emergencia haya estado inspirada
en la organización de las “Casas
de Socorro”, que se instituyeron de España como organizaciones
benéfico-asistenciales desde
1855 hasta muy avanzado el siglo XX(2).
En el año 1945 se inauguró el Puesto Central en la esquina de la avenida Grau con el
jirón Cangallo en calidad de Servicio
Médico Quirúrgico de Emergencias y Primeros Auxilios. En 1951 se hace cargo de la dirección el Dr.
Ricardo Palma Román quien incorpora
médicos, cirujanos, traumatólogos, y ambulancias para
atención nocturna domiciliara, y se amplía la atención a puestos periféricos en Chorrillos, Rímac, avenida Bolivia, La Victoria,
Magdalena y y Barranco. En 1956 se incorpora la atención de neurocirugía, traumatología y cardiología y la apertura de puestos en el Callao y capitales de departamento. En la dirección del Dr. Luis M. Delgado Cornejo se formaron equipos mixtos de guardia para atención continua de 24 horas, compuestos
de médicos, cirujanos, traumatólogos, especialistas neurocirujanos, endoscopista para
extracción de cuerpos extraños de las vías respiratorias y tubo digestivo, laboratoristas, enfermeras, en los que participaban alumnos de Medicina de los últimos años en condición
de internos, que recibían entrenamiento en emergencias durante varios meses y luego eran destacados
a los puestos periféricos.
Se incorporó cursos de emergencias médico-quirúrgicas en la Facultad de Medicina, así como
eventos en los que se exponía los resultados de las atenciones brindadas.
En 1980, la Asistencia Pública de Lima, con todo su personal y demás servicios fue trasladado al local de la avenida República de Panamá, fusionándose con el puesto de Miraflores,
para entrar en funcionamiento con el nombre de
Hospital de Emergencias “José Casimiro
Ulloa”.
La organización actual de nuestro sistema de salud, se estructura sobre la lógica de niveles de complejidad, y se establecen tres niveles, con 10 categorías de establecimientos de
salud, en los cuales se brinda atención integral(3).
La atención a las emergencias y urgencias, se brinda en la actualidad en el nivel II y III, pues el nivel I no tiene la Unidad Productora de Servicios de Salud de Emergencia (UPSS)(4). En otras palabras, la atención formal de las emergencias
se reserva para el nivel hospitalario, y no tiene representación en el primer nivel de atención, salvo espacios funcionales destinados a la identificación y referencia.
Desarrollo del Tema
La atención de emergencias médicas es uno de los servicios esenciales de todo sistema de salud. Es claro que para la población, los aspectos más valorados
de la atención médica son aquellos que implican el riesgo para la vida, y las emergencias son uno de estos momentos. Así, los servicios médicos de emergencia han sido calificados
como servicios esenciales, y como bienes públicos desde el punto de vista de la economía
de la salud. De la misma manera, la 72da. Asamblea Mundial
de Salud, ha urgido a los gobiernos a establecer la atención de emergencias como parte importante
de la cobertura universal de salud(5).
Diversos sistemas de salud han desarrollado formas variadas de respuesta a este
desafío. En algunos, se ha desarrollado sistemas específicos de atención prehospitalaria, mientras en otros,
se busca más bien la integración.
El Sistema Nacional
de Asistencia Pública, se concibe como un componente funcional del Sistema de
Salud, conformado por establecimientos de salud que cuenten con UPSS de Emergencia, incluyendo establecimientos de salud específicos para la atención de emergencias, comunicados entre sí, y con la opción de movilizar pacientes entre los niveles del subsistema en redes integradas de salud(6).
La asistencia en salud
a las personas en el primer nivel
de atención es esencial
para conseguir el bienestar
de la población, la cual debe ser rápida
y oportuna, para lo cual se
requiere de un sistema eficaz y descentralizado, lo cual significa contar con una red de atención coordinado que utilice procedimientos apropiadamente establecidos durante las 24 horas,
que en el momento actual debe
ser fortalecido(7).
Desde antes del
inicio de la pandemia del SARS-CoV-2,
se observó una saturación de
los servicios de emergencia
de los hospitales inclusive del tercer
nivel, debido una falta de atención de emergencia y urgencias en el primer nivel de atención, que además, atienden en un horario muy limitado
que no comprende la atención
nocturna(8).
Con el inicio de la pandemia del SARS-CoV-2, quedaron en evidencia estas falencias en el Sector Salud, el cual, además de estar fragmentado con establecimientos de salud dependientes del Ministerio de Salud, EsSalud, Sanidades de la Policía y Fuerzas Armadas, municipalidades, cuyas atenciones de emergencias en horario nocturno
se concentran en los hospitales, se encuentra totalmente saturado, no solo en
recursos materiales sino de especialistas intensivistas en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI), que requiere de una pronta formación de estos recursos(9,10) al 31
de agosto de 2021 se ha registrado
un número acumulado de 2'151,010 personas contagiadas con 198,320
fallecidas,
que se considera
un subregistro desde que el
registro del Sistema Nacional de Defunciones
(SINADEF) señala una cifra
de 198,329 muertes para esa fecha(11).
Debido a la necesidad de priorizar la atención de las personas
contagiadas
por el SARS-CoV-2, se ha producido una saturación de todo el sistema con una grave desatención de las personas con una patología muy diversa no COVID 19(12), en lo
que empieza a reconocerse como el daño colateral
o indirecto de la
pandemia.
Por todo lo anterior, se considera oportuno reponer un Sistema de Atención
Pública de las Emergencias,
descentrali- zado, que funcione las 24 horas, componente
de un Sector Salud
unificado dependiente del Ministerio de Salud, tomando como modelo
al antiguo Sistema Nacional de Asistencia
Pública, cuyo organismo central podría radicar en el actual Hospital de Emergencias José Casimiro Ulloa, ubicado en el distrito
de Miraflores, pero que, a diferencia
del modelo centralizado, contaría con una red de puestos periféricos situados en todos y cada
uno de los distritos de Lima Metropolitana y El Callao, y que será ampliado progresivamen- te a todos los departamentos del país. Este Puesto Central, aparte de atender a personas
con problemas de salud de mayor complejidad, será también el ente regulador de funciones y procedimientos de todo el sistema en estrecha
relación con las municipalidades
y la Policía Nacional(13-15).
Cada puesto periférico distrital deberá contar con un local
apropiado, equipos, e
instrumental de acuerdo con la Norma Técnica de Salud N°113-MINSA/DGIEM-V.01(16), personal médico,
estudiantes de medicina del
último año, de enfermeros y enfermeras, técnicos de laboratorio, limpieza, mantenimiento y seguridad, que se
renueve en equipos que atiendan las 24 horas (2 veces por semana) y un domingo cada 3 domingos.
El
sistema de salud peruano tuvo un largo período, de 1912 a 1945,
previo a la conformación del propio Ministerio de Salud, en el cual el sistema
funcionó por separado, para
luego ser incorporado al mismo. Sin embargo, esta incorporación ha
implicado una pérdida de prioridad, que la pone en situación rezagada para responder
al desafío de las Causas Externas como causa
de muerte y discapacidad.
El actual primer nivel de atención en salud, se encuentra en una situación precaria, y por su diseño, centrado en actividades preventivo promocionales, no responde para la atención de las urgencias y emergencias en forma adecuada, oportuna y con la mayor rapidez.
Por
ello, una manera de fortalecer la atención en el primer nivel, es utilizar como modelo a la organización del antiguo Sistema Nacional
de Asistencia Pública, que tendría las características de un sistema integrado y descentralizado, que funcione las 24 horas del día y
que geográficamente esté más cercano a las personas.
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1Docente Extraordinario Experto,
Facultad de Medicina,
Universidad Nacional Mayor de San Marcos. aAcadémico Honorario, Academia Nacional de Medicina, Lima, Perú. ORCID N° 0000-0002-6513-8743. 2Profesor Principal, Facultad de Medicina, Universidad Nacional
Mayor de San Marcos. bAcadémico Asociado, Academia
Nacional de Medicina. Lima, Perú. ORCID N° 0000- 0002-2750-1804
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Citar como: Garmendia-Lorena F.,
Mendoza Arana P. Servicio Nacional de Asistencia Pública. Modelo para fortalecer el primer nivel de atención en salud. Diagnóstico(Lima).
2021;60(3):127-130. DOI: 10.33734/diagnostico.v60i3.299
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Contribución de autoría: FGL ha participado en concepción o diseño del manuscrito, la recolección de datos, redacción del artículo, revisión crítica del manuscrito, aprobación final de
la versión a publicar. Asume la responsabilidad frente a todos los aspectos del manuscrito. PMA ha participado en redacción del artículo, revisión crítica del manuscrito, aprobación final de
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Recibido:
22.07.2021
Aceptado:
31.08.2021